APICULTURA
La apicultura es el nombre que recibe la actividad,
técnica y arte de la crianza de abejas para así poder aprovechar los productos
que de estas producen, especialmente la miel.
Cabe destacar, que el producto más importante que se
logra a través de la práctica de esta actividad es la mencionada miel.
Actividad que se dedica a criar abejas para utilizar
comercial o alimenticiamente el principal producto que generan: la miel
La miel es un tipo de fluido sumamente dulce que las
abejas son capaces de producir a partir de diferentes situaciones, como ser:
del néctar que poseen las flores, de las secreciones de las plantas y de las
excreciones que resultan de los insectos.
Producto
no perecedero con una composición especial
Es importante que señalemos que la composición
química de la miel es muy singular ya que se mantiene naturalmente fresca por
muchísimo tiempo sin echarse a perder, esta situación ha quedado demostrada
cuando se encontraron frascos que contenían el producto muy fresco en las
tumbas de los egipcios.
Es una sustancia baja en presencia de humedad y
sumamente ácida y esta es precisamente la causa por la cual sabe durar a lo largo
del tiempo sin pudrirse como sucede con otros productos alimenticios.
Bacterias
y microorganismos patógenos no se le acercan por esta condición mencionada.
Cómo es el trabajo de las abejas y de los
apicultores para producir la miel y los productos que se elaboran a partir de
ella
Entonces, las abejas, recolectan cada uno de estos
elementos mencionados y luego los combinan con una enzima denominada invertasa
que disponen en su saliva, acto seguido, almacenan el resultado en los panales
en donde maduran y son transformados en la famosa miel que a los seres humanos
tantos les gusta comer en sus diferentes variantes.
Asimismo, a partir de la miel es plausible elaborar
una enorme variedad de productos que no se reducen solamente a alimenticios,
así es que la miel es usada para fabricar una importante cantidad de productos
de cosmética tales como: cremas faciales, shampoos y acondicionadores de
cabello, entre otros.
En tanto, el apicultor, es el nombre formal que
recibe aquel individuo que practica la apicultura.
Especialmente trabaja durante la primavera y el
verano realizando actividades que tienen que ver con el control de la población
de abejas y la extracción de la miel, mientras tanto, en el invierno,
considerada la estación en la cual la tarea entra en receso, se ocupan de la
preparación del material de madera que deberá estar listo cuando comience la
temporada siguiente para albergar a las familias de abejas; asimismo, se
ocupará de controlar el estado de salud de las abejas, es decir, si existen enfermedades
o plagas latentes que puedan ocasionar alguna complicación en el trabajo
próximo.
La colmena es el principal material con el cual
trabaja la apicultura y el apicultor, ya que se trata de la vivienda en la cual
reside la colonia de abejas, aunque, también hay otros utensilios sumamente
necesarios como ser: ahumador, pinzas, traje de apicultura, elementos para la
extracción de la miel, trampa cazapolen, entre otros.
Actividad
milenaria
Los orígenes de la apicultura se remontan realmente
muy lejos en el tiempo, alrededor de siete mil u ocho mil años atrás.
Durante muchísimos siglos, más que nada hasta el
descubrimiento de América cuando se difundió la caña de azúcar y la remolacha,
la miel, había sido la única sustancia disponible para endulzar los alimentos
con lo cual el trabajo del apicultor gozó de un enorme respeto y prestigio en
casi todo el mundo.
La cría de las abejas se remonta allá lejos en el
tiempo, a la Prehistoria, a partir de la formación de los primeros estados, los
seres humanos aprovecharon la excelente y fantástica labor que realizan las
abejas.
Con estas se aprovisionaban de la miel, el principal
producto que estas generan y podían crear otros tantos como velas, cera.
Los egipcios la ejercieron, luego recogieron la
actividad los griegos y los romanos, y fue la estrella endulzante por siglos,
hasta que como ya señalamos, la caña de azúcar, descubierta en el continente
americano, la destronó en este sentido.
Esta sustancia densa de color ámbar y que como
señalamos se usa en gastronomía, en cosmética y en otras industrias, dispone de
muchísimos beneficios que es imprescindible que se conozcan, para animar, a
quienes aún no la han probado, su consumo.
Beneficios
de la miel
Entre estas ventajas se cuentan algunos ciertamente
novedosos como el tratamiento efectivo de la caspa, metabolización del alcohol,
alivio de la tos, promoción de la memoria, curación de heridas, proporción de
nutrientes, prevención de la disminución de leucocitos, remedio de alergias,
eliminación de bacterias y una fuente de energía fabulosa.
De lo expuesto podemos apreciar que la miel ha sido
usada a lo largo de la historia como un endulzante natural de las comidas y
alimentos pero también como un eficaz remedio para combatir algunas de las
dolencias mencionadas.
Allá lejos en el tiempo no existían los jarabes para
la tos, por ejemplo, y entonces, las civilizaciones antiguas la usaban para
aliviarla, inclusive hoy día muchos jarabes la contienen entre sus componentes.
BIBLIOGRAFIA
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